Andando por la calle. Telmo sobre mis hombros, le explico:
—Las cosas que se pueden tocar se llaman tangibles y las que no se pueden tocar se llaman intangibles. Por ejemplo, una sombra.
—Pero una sombra no es una cosa. Las cosas son, por ejemplo, las maletas.
—Sí, pero «todo» es una cosa. Por ejemplo, una sombra, o el cielo, o una idea. Hay cosas que se pueden tocar y cosas que no. Las que se pueden tocar, como las maletas o esta farola son tangibles y las que no se pueden tocar, intangibles.
— Por ejemplo, un pincho.
Me río y dejamos la conversación por el momento. Más adelante, cuando la retomamos, él pone como ejemplo de intangible la electricidad, porque un amigo metió los dedos en el enchufe y se le pusieron los pelos de punta. Yo pongo como ejemplo la imaginación.
— Sí, no se puede tocar porque está dentro de la cabeza.— dice.