—En el infierno, si no tienes nada de comer, te mueres —hace una pausa, pensativo—. Te mueres dos veces.
—Y, cuando te mueres en el infierno ¿a dónde vas?
—Si te has portado bien, al cielo.
—En el infierno, si no tienes nada de comer, te mueres —hace una pausa, pensativo—. Te mueres dos veces.
—Y, cuando te mueres en el infierno ¿a dónde vas?
—Si te has portado bien, al cielo.