—¿Te imaginas —pregunta Telmo— que pudieras teletransportarte a donde miras?
—Sería estupendo, ¿no?
—¡Sería horrible! Con los ojos cerrados te chocarías todo el rato y con los ojos abiertos estarías teletransportándote todo el rato.
—¿Te imaginas —pregunta Telmo— que pudieras teletransportarte a donde miras?
—Sería estupendo, ¿no?
—¡Sería horrible! Con los ojos cerrados te chocarías todo el rato y con los ojos abiertos estarías teletransportándote todo el rato.