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A Telmo no le puedo dejar sólo en una habitación, porque tiene miedo. A veces, por causa de fuerza mayor, como ir al baño, tengo que hacerlo. Hoy ha sido el caso y, al volver, me lo encuentro de pie, con los ojos cerrados.

—¿Por qué cierras los ojos?
—Si cierro los ojos, es como si no estuviera en el mundo.