Le nombro los días de la semana señalando cada uno con un dedo de la mano.
— ¿Cómo se llama éste? —pregunta señalándose el pulgar.
— ¿Domingo?
— ¡Sí! —los cuenta, uno por uno— Todos los dedos se quedan aquí, en casa, jugando con la mano.
Le nombro los días de la semana señalando cada uno con un dedo de la mano.
— ¿Cómo se llama éste? —pregunta señalándose el pulgar.
— ¿Domingo?
— ¡Sí! —los cuenta, uno por uno— Todos los dedos se quedan aquí, en casa, jugando con la mano.