Tratando de enseñar a Telmo a sonarse los mocos. Al coger aire, lo hace por la nariz y todos los mocos se van para adentro. No le gusta nada. Normalmente se niega o intenta engañarme fingiendo que sopla por la nariz mientras sopla por la boca.
—Coges aire por la boca y lo sueltas por la nariz. Así no entran los mocos.
—A mí no me gusta soltarlo.
—¿Por qué?
—Porque no me gusta soltar las cosas.
A mí me pasa lo mismo.